miércoles, 26 de diciembre de 2007

Chido fin de año

Hay momentos en que te sientes que deberias estar viviendo en diciembre eternamente, para muchos son tiempos tristes, para otros solo son dias mas en su calendario, y para otros simplemente son los dias en que el aguinaldo llego y la felicidad les llegara hasta enero para despues seguir su vida miserable sin dinero una vez mas. Para mi son los dias en que seria feliz tenerlos por todo el año, se que es imposible pero estos 10 dias siempre los disfruto como no tienes idea. Mis dias son llenos de nostalgia, de año con año, es como si en la pequeña ciudad donde vivo regresaran todos a vivir sus tiempos que no viven en sus ciudades actuales, regresan a cargar energias y a ser ellos otra vez, unos mas viejos otros mas maduros, otros con nuevas familia, otros simplemente pasan un par de dias aqui pero eso es suficiente, otros faltan por falta de dinero o falta de autoridad conyugal pero siempre regresan cuando pueden. Este año, como cada año se lleno mi casa, y terminaron bailando al ritmo de Enrique Guzman y los teen tops. Bueno cada año hay cosas nuevas, y aun faltan algunas dias mas, para que se acabe el encanto, pero estare preparado para el siguiente año. No se tu pero yo me pongo metas, algunas las cumple otras solo las intento y otras mejor desisto pero siempre creo son las mismas, leer el cartero una ves mas, mas dinero, crecer personalmente, laboralmente y encontrar el amor. Upsss, y como cada año el dinero sera el mismo, el crecimiento personal subira, el laboral bajara y en el amor desistire, ahhh y el cartero una vez mas sera el libro de cabecera en enero. Este año pondre un nuevo reto de grabar un nuevo disco y componer de nuevo. Y tu que quieres para el siguiente año? Se me olvidaba, Feliz Navidad y un excelente año nuevo. No se si sea importante para ti estos dias, pero el deseo de que todo este bien y que estos dias sean de impulso en tu vida nadie te los quitara porque quiero que te pasen con todo mi corazon.

Ayos

sábado, 15 de diciembre de 2007

Sobre lo que uno piensa vivir y lo que realmente vive

Bueno, ya no se cuanto tiempo me he tomado para responder.
No importa mucho, poco o demasiado, ha sido suficiente para poner en orden mis ideas.
Resulta que la idea de tomar decisiones irreversibles, con consecuencias de por vida, me aterra.
¿Porque negarse a la posibilidad de dar un paso atrás, de volver a comenzar todas las veces que quiera, de volver a intentar, una y otra vez?
Eso elegir un camino sin vuelta... que terrible...
Llámalo cabardía, sí, quizás lo es.


Pero en estos días de congoja e indecisión, no hubo salida.
No hubieron decisones, no hubo elección.
No fue blanco, ni negro, ni gris, ni nada.
Fue de todos colores, como siempre, un día rojo, algunas horas verdes, amarillo mientras duermo.
Y estoy aquí nuevamente, mirándome al espejo y reconociendo que desde la última vez, nada ha cambiado.
Que no se cuantos días han pasado, cuantos años, cuantas noches en vela esperando encontrar una respuesta que sé que no existe.

Parece que de todas las alternativas que hay, lo mpas comodo es permanecer sin tomar ninguna.

Bueno, supongo que hay tiempos de decidir y tiempos de regocijarse con el dolor de las dudas.
Porque dentro de todo esto, existe una perversión inherente a mis 23 años.

Como me veo a los 50 años.
No sé, dependiendo del día, de lo que esté haciendo, del libro que esté acaparando mi atención, de diferentes maneras.
A veces como una señora gorda y rosada en una casa grande, llena de hijos y nietos, preocupada del bordado, de la cocina y de la lectura. Con un marido trabajado y una vida sin sobresaltos ni grandes desafíos.
Otras veces como una vieja flaca y con el pelo muy corto, ejecutiva y muy maquillada, llena de compromisos y con un departamento para mi sola. Con mi orden y mi desorden, con mi música y sin darle explicaciones a nadie.
A veces como aventurera, viviendo en un país muy lejano, hablando un idioma que no imagino, asumiendo costumbres y tradiciones que no me corresponden.
Con un casco y zapatos de seguridad en una faena minera.
Con delantal blanco en un laboratorio de biotecnologia.
Frente a 100 alumnos dictando alguna cátedra.

Sabes...creo que me gustaría hacer todo eso...
Un poco de todo...
Ninguna de las opciones me parece detestable ni superior a las otras.
Todas me gustan, y todas son un poco yo también.

Un abrazo...